Cultura & Costumbres
La selva es un entorno fascinante, con exuberante fauna y flora, paisajes fabulosos y grupos humanos muy interesantes. A la vez, es un entorno hostil y lleno de amenazas. Los habitantes de la cuenca amazónica se han adaptado desde hace siglos a este entorno, y la manera de vivir, su cultura y sus costumbres son inseparables del entorno.
En este contexto, los pueblos nativos han visto amenazada su supervivencia de forma constante e impredecible por insectos, enfermedades, animales depredadores, espíritus malvados, magia de chamanes oscuros, lluvias torrenciales, ríos caudalosos y un largo etcétera. Por tanto, los valores y la visión de la vida, la muerte y la supervivencia son muy distintos a los occidentales. El pragmatismo de los nativos puede sorprender al viajero occidental.
Hay que ser conscientes de que conceptos tales como “desarrollo personal” y “autoconocimiento”, son ajenos a su cultura y que no han sido, hasta la llegada del hombre blanco y el mestizo, cuando estos conceptos han empezado a entrar en el contexto chamánico. El papel tradicional del chamán es el del hombre que cura enfermedades y protege a la comunidad, no el de maestro ni guía espiritual. Uno de los errores principales que cometen los viajeros en busca de experiencias con ayahuasca es pretender encontrar un chamán que realice funciones de consejero, mentor, o guía, y esperar que los chamanes sean seres espiritualmente elevados. Como en todas las profesiones, los hay que sí y los hay que no.
Las plantas maestras y las dietas
En el curanderismo se utilizan multitud de plantas y la ayahuasca es solamente una de ellas. El tabaco, el toé, la yawar-panga, el chiring-sanango, la chacruna, la ayahuasca... todas estas plantas tienen un rol dentro de la medicina amazónica. Algunas de ellas se utilizan como purgas, un concepto muy importante en esta tradición, para limpiar el organismo y prepararlo para la lección de la planta maestra que se va a tomar a continuación. Otras se utilizan para sanar males específicos u obtener conocimiento en el proceso de iniciación al curanderismo. La forma tradicional de tomar estas plantas es la dieta, que consiste en un periodo más o menos prolongado de tiempo en el que el dietador se recluye en aislamiento, adopta unas estrictas restricciones alimentarias y de comportamiento y toma preparaciones de la planta maestra. El curandero realiza visitas periódicas al dietador para orientarle en su proceso.
Por ello no hay que entender el curanderismo como el simple acto de tomar ayahuasca, ya que va mucho más allá de esto, aunque es cierto que tanto el tabaco como la ayahuasca tienen un papel central dentro del mundo chamánico. Sin embargo, el uso ritual de la ayahuasca es un hilo común que une la religión y la espiritualidad de casi todos los pueblos indígenas del Alto Amazonas, incluyendo la población mestiza. Parece probable que las prácticas chamánicas de la mayor parte del Alto Amazonas - Brasil, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia - formen una sola área cultural religiosa.
La cosmovisión
La cosmovisión de las culturas nativas de la cuenca amazónica es muy distinta de la occidental. La ayahuasca y otras plantas no solamente se usan para curar, o en contextos religiosos. En su libro Singing to the Plants, Stephan Beyer cuenta lo siguiente: “es a través del poder alucinógeno del brebaje de ayahuasca que cientos de plantas medicinales, incluyendo plantas para el ataque o la defensa mágicos, revelan su apariencia y enseñan sus canciones; es a través del poder de la ayahuasca que el chamán puede ver planetas y galaxias distantes, el bienestar de familiares que viven lejos, la localización de objetos perdidos, el amante de una esposa infiel y la identidad del hechicero que ha causado la enfermedad de un paciente. Es el brebaje de ayahuasca que nutre la flema del chamán, la manifestación física del poder chamánico dentro del cuerpo, utilizada tanto para defenderse de ataques mágicos, como contenedor para los dardos [mágicos, o virotes], que son la principal arma del chamán”
La Ceremonia
El modo en el que el ritual de ayahuasca será conducido dependerá de la tradición a la que pertenezca el curandero. Si bien hay similitudes en las ceremonias de ayahuasca que se llevan a cabo en los distintos países de la cuenca amazónica, también existen diferencias notables.
Dado que Perú es uno de los países con mayor tradición de turismo ayahuasquero, gran parte de las personas que han tomado ayahuasca en un contexto chamánico lo han hecho en el contexto de las tribus peruanas como los shipibo-conibo, ashaninkas, etc.
Las ceremonias de ayahuasca en Perú se celebran de noche. La oscuridad permite entregarse con mayor facilidad a las visiones y proporciona un aislamiento de los estímulos visuales exteriores. Así, los participantes se reúnen en un “tambo” (típica construcción amazónica, elevada del suelo, sin paredes y con techo de hojas de palmera). Normalmente el número de participantes es reducido y será el curandero quien decida cuántos pueden asistir.
En ocasiones, antes de la toma de ayahuasca se sigue un proceso de limpieza o purga con plantas específicas para ello. Algunos centros o curanderos lo consideran imprescindible, en otros, el propio efecto purgativo de la ayahuasca se considera suficiente para una toma aislada. Antes de tomar ayahuasca el curandero suele icarar el brebaje. Este proceso consiste en cantar un ícaro (nombre de las canciones que se cantan durante las ceremonias) y soplar humo de tabaco “mapacho” (hoja de tabaco triturada) dentro de la botella donde se encuentra la ayahuasca. A continuación, el curandero reparte la ayahuasca entre los participantes y elige la cantidad según él percibe las necesidades de cada persona. En ocasiones, el curandero puede soplar tabaco o agua florida (un tipo de agua de colonia, con un olor muy característico), antes, durante o después de la ceremonia.
Cuando todos los participantes y el curandero ya han tomado la ayahuasca, se hace el silencio y se espera a que empiece la experiencia. En algún momento el curandero empieza a cantar ícaros, que sirven a modo de guía durante la experiencia, seguidos de periodos de silencio más o menos prolongados.
Si la intención de la sesión es la curación de alguna enfermedad, el curandero puede llevar a cabo algún ritual particular tal como soplado de tabaco, succión de malas energías, eliminación de “virotes” (dardos mágicos que los curanderos pueden lanzar a sus enemigos) entre otros. Si la intención de la sesión es simplemente la de tener una experiencia con ayahuasca, el curandero no suele recurrir a este tipo de intervenciones a menos que sea necesario. Y si se está siguiendo un proceso más largo de curación de alguna enfermedad, la combinación de plantas que se tomen antes y después de la ceremonia es inmensa, así como las distintas técnicas de curación (baños con plantas, masajes, etc).
En ocasiones se toma ayahuasca una segunda o tercera vez durante la sesión y el curandero sigue alternando cantos y periodos de silencio hasta que los efectos se desvanecen. Entonces el curandero da por cerrada la sesión y los participantes pueden volver a su propio tambo/bungalow.
En otros países puede haber variaciones en el ritual, como la presencia de una hoguera, o instrumentos musicales como maracas o tambores.
Toma de Decisiones
Si te estás planteando viajar a algún país de la cuenca amazónica para tomar ayahuasca debes tener una noción adecuada de lo que puedes encontrarte una vez llegues y estar dispuesto a lidiar con situaciones inesperadas y potencialmente desagradables. Viajar por América del Sur no es como viajar por Europa, el ritmo de vida es distinto y las interacciones entre personas también. Puedes leer los consejos generales para viajar.
Perú, Bolivia, Colombia... son países en vías de desarrollo y por lo tanto con unos desequilibrios sociales importantes. El viaje en búsqueda de experiencias chamánicas no está exento de una serie de riesgos que hay que tener en cuenta.
Riesgos
Son varias las situaciones peligrosas en las que puedes encontrarte cuando viajes a la cuenca amazónica para tomar ayahuasca. Algunas son evitables con sentido común y precaución, otras son aleatorias y difícilmente previsibles.
Seguridad: Latinoamérica no es Europa y aunque no hay que caer en la paranoia, sí es cierto que los índices de delincuencia son mayores que los europeos. Hay que ser particularmente cauto en las grandes ciudades, donde las diferencias sociales y la pobreza son más visibles. Conviene tomar transportes fiables y estar atento al equipaje durante la travesía (tanto en autobuses, combis, taxis...). Siempre será mejor tener pactado de antemano quién nos va a recoger en el aeropuerto y llevarnos hasta el hotel. Hay que tener cuidado al pasear por zonas desconocidas, y en caso de duda, preguntar a los locales acerca de la conveniencia de caminar por alguna zona. Los atracos pueden producirse en el momento menos esperado y en el lugar aparentemente más seguro.
Ambiente: hay que tener en cuenta que puede tomar un cierto tiempo aclimatarse a las condiciones ambientales del lugar de destino. La selva es muy húmeda, llueve con frecuencia, puede hacer mucho calor, hay infinidad de insectos, la ropa mojada no se seca, el sudor es una constante y el tiempo puede pasar de soleado a ventoso con tormenta en un momento. Tomar ayahuasca en esas condiciones puede ser duro si uno no está acostumbrado. En las zonas de sierra se puede sufrir soroche (mal de altura) y tener mucho calor al sol y mucho frío en la sombra. La comida es distinta, se pueden sufrir molestias estomacales y diarreas, Por tanto conviene hacer una previsión de los días necesarios para acostumbrarse al lugar y la comida antes de aventurarse a tomar ayahuasca. En algunas zonas la malaria está presente, con lo que hay que tomar una decisión al respecto del uso o no de medicación.
Estafadores / Oportunistas: el turismo ayahuasquero se ha convertido en un negocio rentable en muchas partes de la cuenca amazónica. Poblaciones que viven con escasos recursos económicos han descubierto que los extranjeros están dispuestos a pagar cantidades de dinero muy considerables por acceder al “conocimiento indígena”. Por un lado, esto ha permitido que la tradición ayahuasquera se fortalezca, pero por otro ha favorecido la aparición de estafadores. Abundan las personas que se autodenominan chamanes y que ofrecen todo tipo de sesiones con ayahuasca. En muchas ocasiones la sesión puede ser una estafa, con un “chamán” no preparado y una ayahuasca sin prácticamente efectos. En otras ocasiones el supuesto chamán puede ser incluso un delincuente que solamente pretende apoderarse del dinero del turista o aprovecharse de la credulidad de aquellos que buscan un maestro. Ha habido casos de abusos sexuales y de poder en entornos chamánicos. Así que es muy conveniente cerciorarse de que la persona a la que acudimos es de fiar y no ir solo.
Riesgos Emocionales / Psicológicos: Tomar ayahuasca puede provocar una experiencia de mucha intensidad. En personas con antecedentes de enfermedad mental, o con predisposición a ella, pueden darse casos de episodios con síntomas psicóticos. En personas sanas, también pueden producirse efectos adversos. Es muy recomendable no tomar ayahuasca solo y tener una persona de contacto a quien avisar en caso de necesidad. Escoger un buen contexto y un curandero preparado, ser consciente del estado de uno mismo, y cuidarse después de la toma para integrar lo ocurrido son aspectos fundamentales para prevenir riesgos.
Riesgos Físicos: En la sección interesado en tomar ayahuasca encontrarás información importante sobre criterios de exclusión, interacciones, riesgos, etc. En Sudamérica se utilizan muchas plantas en las decocciones de ayahuasca, algunas con una toxicidad elevada. Por eso es importante saber lo que vas a tomar. Por ejemplo, ayahuascas con alto contenido de escopolamina y atropina, presentes en la Brugmansia, también llamada ‘toé’, puede causar delirio, alucinaciones reales, intoxicación grave, deshidratación, perdida transitoria de vista, convulsiones y, en casos extremos, la muerte. También es importante asegurarse que nunca te dejarán solo durante la sesión. Cualquier cosa puede pasar si te dejan solo: una picadura de un serpiente, ahogarte en tu propio vómito estando tumbado en el suelo, te puedes caer, etc.
Escoger el lugar adecuado
Ante la infinidad de centros y personas que se ofrecen como chamanes, resulta de vital importancia realizar una buena elección del lugar y la persona con la que se va a tomar ayahuasca. A continuación encontrarás algunas recomendaciones que pueden ser útiles:
- No fiarse de una persona que nos aborde por la calle y se ofrezca como chamán.
- Informarse acerca del centro. Leer su página web, los programas que ofrecen y los precios. Leer también los testimonios de quienes han pasado por el centro y sobretodo contrastarlos con testimonios directos (las redes sociales pueden ser una fuente de información importante).
- Es buena señal si las preguntas que se formulan son respondidas de forma clara y directa.
- Hay quien dice que un buen curandero no se presenta como tal, y que en general, habla poco.
- Buscar a un curandero que pertenezca a un linaje o tradición. Que hable de sus maestros y ancestros y los honre. No es buena señal si el curandero se presenta como muy poderoso o especial, o “el único chamán de nivel 5 de la región”.
- El curandero es una persona “normal” y bien adaptada a su entorno y sociedad. Si está casado y tiene una familia estable, es mejor señal que si se trata de un personaje solitario y misterioso.
- En las comunidades, los niños son una buena fuente de información. Suelen saber quién es el curandero e incluso hacen recomendaciones en caso de haber más de uno.
- La limpieza del lugar también dice mucho de las personas que trabajan en él. Comprobar las instalaciones.
Preparación / Seguridad
Además de la información general de seguridad al viajar a la selva para tomar ayahuasca, es importante tener en cuenta algunas consideraciones acerca de la propia seguridad.
Asuntos económicos, viajar seguro
El turismo ayahuasquero está de moda, muchos viajeros acuden a ciudades como Iquitos en busca de la ayahuasca y de un contacto auténtico con el chamanismo. Sin embargo, es fácil atraer a oportunistas y falsos chamanes. Para evitarlo, es de extrema importancia obtener buenos contactos y referencias antes de partir. Resulta relativamente sencillo informarse acerca de la experiencia de un conocido que haya estado en la amazonía y pedir información de primera mano.
Una vez establecido el contacto con el curandero o el centro que ofrece la toma de ayahuasca hay que tratar con detalle los temas económicos antes de la sesión. Cuánto se va a pagar, qué es lo que está incluido en el precio y cómo y cuándo se va a efectuar el pago. Realizar esto antes de la sesión puede evitarnos situaciones incómodas.
El castellano es conocido por prácticamente toda la población, tanto nativa como mestiza, por lo que puede facilitar la comunicación. Sin embargo, hay que saber que aunque el idioma sea conocido, la manera de comunicarse es distinta, por lo que puede haber errores de comprensión si no se conoce la cultura suficientemente (por ejemplo, “ahorita” puede significar varias horas). Además, hay que tener en cuenta que en muchas comunidades nativas el idioma vehicular es su propia lengua.
Preparándote para la sesión
Se ha mencionado la necesidad de planificar el viaje con antelación y disponer de unos días para adaptarse al entorno, la comida, las personas, el clima, etc. La selva puede parecer un entorno idílico pero puede volverse muy incómodo si no se está acostumbrado. Conviene informarse de las previsiones meteorológicas y de la estación del año en la que se viaja.
Antes de realizar la sesión es importante prepararse, tanto física como psicológicamente. En el documento Interesado en tomar ayahuasca se puede encontrar una lista de las incompatibilidades farmacológicas de la ayahuasca. Así que si estás tomando alguna medicación incompatible deberías consultar con tu médico antes de decidir dejarla y tomar ayahuasca.
En la cosmovisión chamánica la alimentación es muy importante con relación a la toma de ayahuasca. Así que puedes preguntarle al curandero qué dieta te recomienda seguir antes de la sesión. El propósito de la dieta es preparar a la mente y al cuerpo para recibir la ayahuasca, así que puedes utilizarlo como una forma de tomar conciencia de que vas a participar en una sesión de ayahuasca.
También es importante que seas consciente de tu propio estado físico y emocional. Una experiencia con ayahuasca puede ser muy intensa y es normal sentir cierta ansiedad o respeto antes de la toma, pero es importante que estés seguro y convencido de la decisión de tomar ayahuasca y del contexto en que vas a hacerlo.
Prevé también el dedicar unos días después de la sesión en los que puedas descansar de forma cómoda. Es mejor evitar desplazamientos largos y complicados los días después de la sesión. Así que planificar unos días relajados en un entorno agradable después de la toma de ayahuasca es una buena manera de preparar la “vuelta” de la sesión y de cuidarte.
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